lunes, 23 de abril de 2007

Con sólo cerrar los ojos...


Pedro Díaz G.

Nos lo proporcionó la proximidad de sus jardínes, el recorrido cotidiano por la calle de Culiacán, hacia el norte, hasta llegar a Citlatépetl. Glorieta de corretizas y zambullidas, de barcos de papel y perros ladrando.
Seguir por avenida México hasta llegar a él, su parque, con esos letreros de piedra que anuncian los modales a seguir, los más puntuales cuidados. Enormes lozas deslavadas por el tiempo en cuyas insignias se leía, abajo a la derecha: 1927.
El parque México.
Las andanzas. Y los amigos.
Estamos en el camino. Y de recuerdos se nos inunda el alma.
Cumpleaños de Elliot, este fin de semana, escribió un texto evocador, nostálgico y emotivo. Un texto de los años felices, que peersisten. No éramos pocos los que vivimos esta historia. En alguna ocasión se me ocurrió apuntar en una libreta, nombre a nombre, los de todos los amigos. Desde el Güero Raúl Suárez Casanova, hasta El Periquín, y apodos que al paso de unos años se iban diluyendo en la memoria. En aquel entonces, qué será, inicio de los ochenta, fuimos más de 30 los convidados a la vida en Culiacán 40.
Qué aventuras.
Con la Dona, con Carlos Puerco, con Aldo, Rafa o con Mauricio.
El Rontontóin y sus hermanas. Los hermanos del Puerco; el Santo y sus Gallos, Mario, el hermano de Ivonne. Rebeca y Jacobo Ganani. Darío, por supuesto. Tres de los Taibo, Carlos, Benito y Javier, el primo entrañable.
Sandra Zambrano, de eternos suspiros venezolanos.
Y Alfredo Rustrián, y Nelly, y sin dudarlo Julián, el cómplice de siempre, la palabra exacta. Caminan por doquier con tan sólo cerrar los ojos.
Se llama pasado y Elliot, en esta ocasión, se ha encargado de activarlo.
Esto escribió el día de su cumpleaños.
Yo lo celebro.
Y me conmuevo.

Que pacho Pietro!!!

Siempre pensando y orando por ti. Me gustaría verte otra vez. Tal vez pronto me pueda dar otra vuelta para México...Siempre me es terapéutico regresar a México y revivir las memorias...Esos tiempos en los cuales nuestra juventud y inocencia filtraban todas nuestras acciones. Donde todo era divertido y solo travesuras. Esas son las memorias que mas disfruto los amigos, las escaleras, el cuartito, las Gueras y sus deliciosas quesadillas los domingos viendo un partido de fut, La zambrana y nuestros barrilito y gansito congelado, el terreno, nuestro juego de tortura juvenil llamado "hoyos", los torneos de fut donde yo siempre era escogido al ultimo, nuestras batallas con las sobadoras, las mil llantas que quemamos, los bomberos tratando de brincar la barda, quien podría olvidar los sopes y enfrijoladas de tu mama, tu estereo siempre el mejor sonido de los cuates, Don Ciri y las Quinelas.

Cuando viajamos por esas calles nunca nos podemos imaginar lo que la vida nos va ha traer. Ahora estamos viajando por nuevas avenidas de memorias pero esta vez están filtradas por El Amor perfecto:

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo Amor vengo a ser como un metal que resuena o un cimbal que hace ruido nada mas,
Y si tuviese profesia y entendiese todos los misterios y toda la ciencia y si tuviese toda la fe de tal manera que traspasase los montes y no tengo Amor nada soy
Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado y no tengo Amor de nada me sirve.
El Amor es sufrido, es benigno, el Amor no tiene envidia, el Amor no hace sin razón, no se ensancha, no es injurioso , no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; No se huelga de la injusticia mas se huelga de la verdad; Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El Amor nunca deja de ser mas las profecías se han de acabar y cesaran las lenguas y ciencia. acabara,
Porque en parte conocemos y en parte profetizamos Mas cuando venga lo Perfecto entonces lo que era en parte será quitado...

El hecho que recibiste al Señor y que ahora vamos a poder gozar nuevas memorias y cosas que aun nuestra imaginación jamás podría dar justicia es un momento de infinito regocijo. Ahora podemos usar el filtro de su Infinito y Perfecto Amor y aun cuando nosotros en nuestros cuerpos no somos perfectos en El encontramos esa perfección.

Pedro, siempre pensando en ti. Siempre orando por ti y Lilian

Elliot

jueves, 12 de abril de 2007

Y ahora, el mapa de África.


De las visitas de Charles Lindbergh a México nos han quedado muchos recuerdos, por ejemplo: El "Teatro Coronel Lindbergh", bautizado en su honor en enero de 1928 está ubicado en el parque San Martín, de la colonia Hipódromo Condesa. Lindbergh es uno de los personajes del mural realizado por Juan O´Gorman entre 1937 y 1938, titulado: "La Conquista del Aire por el Hombre", y que actualmente adorna la entrada a la sala nacional "B" del aeropuerto internacional de la ciudad de México, en cuya galería hay además un busto del aviador, obra del escultor Ernesto E. Tamariz, develado en 1962, como regalo del pueblo de los Estados Unidos al pueblo de México, en conmemoración al vuelo de buena voluntad Washington-México en el "Espíritu de San Luis", en 1927. Su libro "The Spirit of St. Louis", por el cual ganó el premio Pulitzer de literatura en la categoría de autobiografía en 1954, fue traducido al español y publicado en México con el título "El Aguila Solitaria", por Editorial Cumbre. Sobre la calle de Londres en la colonia Juárez de la ciudad de México se encuentra la escuela de turismo "Lindbergh". Finalmente, se le impuso su nombre a una calle de la capital mexicana, en la colonia Aviación Civil.
Charles Augustus Lindbergh murió de cáncer el 26 de agosto de 1974, a los 72 años de edad, en Maui, Hawaii. Anne, ahora con 93 años de edad, vive con su hija menor Reeve.



África, de visita en el Parque México



MÉXICO, DF .- “Camina África”, mapa gigante de ese continente, fue colocado e inaugurado ayer en el Zócalo capitalino, como parte de las actividades culturales de “Africala. Festival Internacional de Cine Africano de la Ciudad de México”.

En entrevista, Flavio Florencio, director del acontecimiento, dijo que “el objetivo era materializar ese continente para que las personas que vean las películas exhibidas, tengan la oportunidad de identificar su lugar de origen”.

La realización del mapa de diez por 12 metros llevó un año de trabajo, aproximadamente, “el proceso fue muy complicado, ya que había gente que no creía en nuestro proyecto, afortunadamente hubo también quien sí confió en nosotros, gracias a lo cual se abrieron más puertas”, expresó.

Florencio también destacó que “a través de este mapa queremos que la gente conozca África, porque es un continente con gran diversidad política y cultural, son más de 50 países y cinco islas, que poseen gran riqueza en muchos aspectos”. La imagen permanecerá en el Zócalo hasta el 19 de abril, luego será trasladada al Parque México, “para que otros públicos la conozcan”, hasta la clausura del festival.

El mapa está resguardado por barras de metal alrededor de él, la gente podrá ingresar por la parte inferior de forma gratuita a partir de las 10:00 de la mañana y habrá siempre alguna persona que dará información política, social, cultural, histórica y económica del continente.

Además de la programación de los filmes, se llevarán a cabo otras actividades, como música en vivo en el Parque México; la jornada dedicada a la migración y discriminación en la Universidad del Claustro de Sor Juana, así como debates y conferencias sobre el cine africano en el Colegio de México.

domingo, 1 de abril de 2007

De corazón sensible



Pedro Díaz G.

Diríase mágico. Regresar a sus aromas de humedad, boscoso más que nunca, y desaparecer por el sendero que llevaba a una zona imposible de patinar, la que, no obstante, era el reto de aquellos aspirantes a ases de las cuatro ruedas.
Salir a toda velocidad en curva desde la zona del Lago, dejar atrás la última visión de los patos, sortearla sin dejar de deslizarse y entrar a la izquierda, cortando esa vuelta para salir directo a la zona imposible: tres escalones de piedra y varios metros más de irregular terreno.
Muchos caían.
Pero el intento era incesante.
Patinar en el Parque México no es posible ya en 2007.
El gobierno de la ciudad mejora, mantiene, pero castiga. Sí, es delicioso andar en sus arterias de curvas irrepetibles, pero los amantes de la velocidad sobre ruedas encuentran ahora un nuevo adoquín cuyos grabados en relieve impiden tránsito de rueda alguna.
El Parque México.
Internarse desde Chilpancingo, ingresar a su primera parte; toparse con la escultura de Albert Einstein, donada por la comunidad judía.
Y el olor a frescura.
Recorrerlo en bicicleta con Elliot y Darío, jugar beisbol con ellos, más Jay y el Julián; patinar por las noches con Mauricio. O ya vuela el balón de americano de las manos del Güero al Rontontóin. Cae de bruces una tarde Alejandro pues Aldo Flores le perseguía para que todos le cayeramos a patadas: no calculó el salto de la cadena frente a la monumental mujer desnuda con sus cántaros de agua. Hoy se venden juguetes para los niños y coloridos frascos, fábricas de pompas de jabón. Y en aquellas bancas lecciones de manualidades cada fin de semana...
No. No hay ya la andanada de perros, hacia la fuente más cercana a avenida Sonora. Su hábitat se ha reducido y, al menos por hoy, se extrañan las corretizas que entre afganos o labradores solían perturbar a quien por ahí se atreviese a transitar. La mirada siempre cruel de un doberman en su sano juicio lo hace una aventura de alto riesgo.
Durante más de un año, allá en 1997, el parque perteneció a la Bashra. Apenas bajar de la humareda en el auto era correr por sus jardines. Qué manera de gozar.
Parte del paseo era en medio del foro Lindbergh, otrora recinto de columpios y resbaladillas, y siempre enorme cancha de futbol: la Bashra cruzaba en busca de su pelota una y otra y otra y otra vez, incansable como una labrador de un año.
El parque toma entonces otra dimensión. Su quehacer geográfico pertenece así a las costumbres de los canes. Que si les encante meterse al lago –bajo la siempre alta probabilidad del arribo de vigilancia---, que si saltar una y otra vez los prados cuál obstáculos en carrera; que si ya están destruyendo las flores…
El parque 2007 está habitado por algunos vendedores, las parejas para quienes no hay mejor lugar para estar las siguientes dos horas, abrazados de la persona amada, que las bancas de piedra que simulan ser troncos de árbol, y un grupo de jóvenes que en el Lindbergh hallan uno de los sabores especiales a su condimentada tarde.
Es el Parque México una tierra generadora de sensaciones. Es regresar no a la infancia, sino a la visita anterior, a los 5, a los 10, a los 25 o a los 40 años; caminar por sus serpenteantes rutas no es sino un ejercicio de emociones que te vuelve a la vida.
Los paseos de la mano de Liliana; escapizas con tus amigos, recorridos con tu padre y con tu hermano. Rebeldías en complicidad o besos a escondidas, sobre el césped.
No se escucha el ruido de los autos.
Pareciera que ingresas a un bosque.
Pero en realidad estás entrando a la parte más sensible de tu corazón, cuyo nombre es Parque México.