viernes, 11 de febrero de 2011

miércoles, 8 de julio de 2009

Las batallas en el Parque México



Como primera recomendación de la semana, les sugerimos asistir a la colonia Condesa y no porque queramos que se contagien del espíritu condechifresicool sino porque habrá una función al aire libre como parte del homenaje al novelista, poeta, ensayista, traductor y guionista José Emilio Pacheco. El filme es "Mariana, Mariana" (1987) basado en la novela Las batallas en el desierto que se proyectará el Foro Lindhberg del Parque México el próximo sábado 11 de julio a las 21 hrs.

Carlitos, hijo menor de una familia procedente de Guadalajara, habita en la colonia Roma en una casa en la que sus padres intentan adaptarse a un nuevo México en el que las licuadoras, el inglés y el refresco sustituyen al molcajete, al español y a las aguas de chía.
En la primaria Carlitos conoce a Jim quien lo invita a jugar a su casa donde conoce a Mariana, la joven madre de su amigo. Pronto, Carlitos descubrirá sentimientos nunca antes experimentados y descubrirá su primer amor.

Aprovechen una de las pocas oportunidades de ver esta cinta en pantalla grande, a la luz de la luna y con perros pedigree paseando a su alrededor. Y si no les da curiosidad la "peli" y la novela, por lo menos averigüen el significado de la canción de Café Tacuba "Las batallas".



lunes, 22 de septiembre de 2008

Participan cientos de niños en la Carrera Contra el Maltrato Infantil


Cada año, en México miles de niños son víctimas de la violencia y la explotación infantil. Golpes, malas palabras, discriminación, abandono y explotación, son sólo algunas de sus variables y en la mayoría de los casos, son los padres de familia quienes la ejercen con el pretexto de educar a sus hijos.

“Somos uno de los países más violentos contra los niños y las niñas, no sabemos educarlos sin maltratos físicos o psicológicos”, comentó Raquel Pastor, directora de Infancia Común.

“Tenemos que entender que la violencia no es normal y ahí padres y madres tienen que educar con límites, pero no con golpes”, dijo Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF.

El hogar también cobija el abuso sexual, un problema que esta adquiriendo dimensiones preocupantes en nuestro país.

“A nivel de los estados este es un delito menor, es más penado robarse una vaca, que violar a un niño. Esto no lo podemos tolerar el abuso y la violencia que hacemos a los niños no se debe permitir”, expresó Gerardo Rodríguez, de Infancia Común.

Para luchar contra este problema, el fin de semana cientos de infantes llegaron en compañía de sus padres al Parque México, dispuestos participar en una gran carrera cuya meta principal es luchar contra la violencia y la explotación infantil.

Este evento también se realizó para que los niños más pequeños conozcan sus derechos y que los hagan valer frente a los adultos.

“Es importante para que creen conciencia de que son la parte más importante de la sociedad y el futuro de nuestro país”, declaró Dulce Gómez, empleada.

Tírenlos pero no los borren



Lunes, 22 Septiembre, 2008

En el edificio del Palacio de Hierro de Durango en la colonia Roma de la ciudad de México hay una placa medio perdida en memoria de Alberto Balderas, el torero que murió en 1940 en la enfermería del Toreo de la Condesa. Es lo único que queda de la sede de una época gloriosa de la tauromaquia mexicana. Cada vez que alguien pasaba por el viaducto en la noche y veía las luces prendidas del Parque del Seguro Social podía voltear al cielo en espera de la pelota de algún cuadrangular. Ahora, ahí hay otro centro comercial y ninguna placa. La semana pasada inició la demolición del Toreo de Cuatro Caminos, la misma empresa constructora que hizo las tiendas de Parque Delta hará 41 un Parque Toreo. El domo emblemático al llegar a la ciudad de México por la carretera a Querétaro será otra fila de comercios, cines y oficinas... Las tardes gloriosas de toreros, luchadores y tenistas sepultadas sin pudor. Y algún día tirarán el estadio de la Ciudad de los Deportes y la Plaza México. Le quedan pocos años al Jalisco y al estadio del Tec de Monterrey. Aunque cueste creerlo, el Azteca también tiene una cita con la dinamita. El único que podría salvarse es el Olímpico Universitario porque es patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Mientras nuestros templos deportivos desaparecen sin mayor ceremonia, la despedida ayer del Yankee Stadium fue digna de la catedral del beisbol: homenajes, programas especiales, documentales y una larga discusión sobre si debería ser un monumento nacional. Lo bueno es que en su lugar habrá un parque público y un monumento que marcará el lugar donde estuvo el estadio y no una fila de tiendas. Hasta para acabar con la historia se necesita buen gusto y decoro. velazquez@laaficion.com

jueves, 24 de julio de 2008

Mariana y sus perros


Mientras ella estudiaba en la Gran Manzana necesitaba de una compañía; así que muchas veces visitó una tienda de mascotas, y cada que entraba Mona y Panchito siempre estaban en el aparador: “Nadie los quería, por eso los compré. Yo creo que eran los más raros”, contó la ex OV7

Alex Madrigal

El Universal

Domingo 20 de julio de 2008

alejandro.madrigal@eluniversal.com.mx

Desde que la cantante y actriz Mariana Ochoa paseó a sus perros por el parque México, hubo más de un despistado que se les quedó viendo de manera extraña.

Mariana ya está acostumbrada, porque acepta que sus perros parecen gremlins; sin embargo, es eso lo que los hace únicos y extravagantes.

Ellos son Mona y su novio Panchito, los compró en Nueva York, son de la exclusiva raza grifón de Bruselas y los escogió porque nadie los quería.

Sus perros son casi como sus hijos, y a pesar de que la cantante y actriz toda su vida ha tenido perros, comenta que Mona y Panchito “son los más inteligentes que he tenido”.

Mariana, recientemente prestó su voz para la película animada Valentino y el clan del can, una coproducción México-Perú. Su primer proyecto de animación y aceptó porque, además de ser una historia sobre perros, es un buen comienzo para crear una industria de animación en Latinoamérica.

“Me gustó, porque no es una producción estadounidense, que sería un orgullo participar en una de esas, pero siempre se valora más un esfuerzo latinoamericano; y la otra fue porque como grabe mis diálogos sin ver ningún dibujo, siempre me imaginé a Mona en esta película.”

La historia animada narra la vida de Valentino, un perro callejero que por necesidad trabaja en un circo y cuando ve a Bianca, una french puddle entre el público, surge su amor a primera vista.

“Algunas personas me dijeron que la historia les remitía a La dama y el vagabundo, pero no es así. De hecho, hay una escena donde se parodia esa cinta, que es la del espagueti y que está dedicada a los escépticos.”

Valentino y el clan del can se estrenará el 1 de agosto: “Aquí lo que cuenta es el mensaje y la historia, que es muy familiar”, concluye.

miércoles, 30 de enero de 2008

Maíz Emblemático


Manuel Torres Rivera

Se alude a las raíces en aras de una redención de la que no se espera futuro por la sencilla razón de una defensa planteada en el asiento de la historia ancestral, en la cultura, en la herencia de pueblos antiguos, en la planta sagrada como fue llamada en la explanada principal del Parque México en el corazón de la gran ciudad, en la Colonia Condesa. El domingo pasado, una “pinta de lona” convocó a exponentes de la plástica mexicana para de una forma emblemática defender los intereses de los campesinos mexicanos ante la incursión y trastoque de la tradición de la planta y platillos con los que hemos crecido todos.
El tono festivo de por lo menos quince artistas, destacados todos, brindó colorido y emotividad al evento; el acercar la poesía, las letras, la plástica y un tanto de orgullo y homenaje a la mazorca de maíz que adquirió todos los colores y la imaginación del artista en una lona extendida en el suelo, no resta la realidad del encuentro con una modernidad incómoda, inaplazable, en la que se ha empeñado mucho de lo que el país hoy representa.
Se avecinan marchas como sabemos, presión de grupos que esperaron los últimos minutos de un desenlace por demás anunciado en quince años de duración y vigencia de un tratado con dos países aliados en disciplinas diversas de las que destaca una y que aflora como icono que señala todo lo inherente al mundo contemporáneo, la comercial; uno de esos dos países dibuja con singular desplante una frontera que ha lastimado y beneficiado por igual, un límite innegable que separa dos mundos distintos, recinto endeble de rencores y marcadas diferencias, todo eso, pero siempre cerca y siempre útil cuando los propósitos de unos y otros encuentran equilibrio.
De la planta domesticada de siglos, de la etapa del auto consumo, de la manutención familiar de otros días y finalmente del romanticismo que se antoja defender, los años han dejado huella de todo menos de progreso y habrá que aceptar que las manos mexicanas, apreciadas en su destreza y en su imaginación, han sido trascendidas en los efectos inmediatos de la producción mecanizada y por las necesidades de una población por demás múltiple y nutrida de sueños distintos al apego de la tierra. El sentido de contemplar el suelo ha cambiado y la transformación no se detiene con la vista hacia atrás, pone miras de horizontes que mejoren circunstancias de vida y oportunidades en la educación y en la especialización.
El maíz fue la motivación poética de un domingo que reunió talento y postergó semblanza de futuro en puerta; la realidad contempla rezago en otros órdenes, todos del mismo sector, todos ligados a la tierra, todos tratando de despegar de una historia sujeta, detenida, paternal un tiempo, descuidada en muchas instancias en épocas recientes, en las que se aludía al energético que se acerca a su conmemoración de apropiación y en las que se concedía a la inminente llegada del progreso, rendición de cuentas en lo industrial como panacea que arregla todos los factores del mundo productivo como la mano invisible de los textos de economía clásica.
Así ha caminado México, de la mano de sus campesinos que reclaman muchas cosas, entre ellas mirar menos por la tierra tal vez, y muchos de oídos sordos se han empeñado en regresarlos a sus feudos de postración para beneficio de las porciones de poder que se van repartiendo por condiciones de permanencia en las situaciones de mando; la manipulación que no cesa, las prerrogativas que no alimentan pero aquietan, la paz social que vende con algo a cambio.
El campo mexicano deja de ser remembranza, deja de ser poesía, se aleja irremediablemente de las expresiones de la plástica que tuvo su momento; la pintura muralista es patente y recuerdo del atuendo y la manifestación de lucha; el fusil se transformó en labranza y la labranza debe contemplar la industria, único futuro cierto para la competencia si queremos combatir los vicios que no queremos admitir en la mutación de las semillas, en los híbridos y en las mezclas que manchan el color de la mazorca mexicana, la de la herencia que todavía apreciamos.